Acuíferos de México.
Los mantos acuíferos de México son reservas de agua subterránea que se encuentran bajo la superficie del suelo en diversas regiones del país. Son poligonales irregulares subterráneos que los técnicos de la CONAGUA han determinado en función del proceso de infiltración de agua de lluvia o de ríos y lagos que se filtra a través del suelo y queda retenida en capas de roca y arena permeable.
México cuenta con una gran cantidad de mantos acuíferos, los cuales son una importante fuente de agua para la población, la agricultura y la industria. Algunos de los mantos acuíferos más importantes del país son el Acuífero de la Península de Yucatán, el Acuífero del Valle de México, el Acuífero Guaraní-Misiones, el Acuífero del Noroeste y el Acuífero de la Cuenca de Burgos, entre otros.
Es importante destacar que la explotación excesiva y no sostenible de los mantos acuíferos puede llevar a su agotamiento y a la disminución de la disponibilidad de agua subterránea en el futuro. Por esta razón, es fundamental llevar a cabo una gestión adecuada y sostenible de estos recursos, mediante la implementación de medidas de conservación, monitoreo y regulación del uso de agua subterránea.
El gobierno mexicano, a través de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), es responsable de la administración y gestión de los mantos acuíferos en el país. Esto implica la elaboración de programas de gestión y protección de los acuíferos, la otorgación de concesiones de agua subterránea y la supervisión y monitoreo de su uso y aprovechamiento.
En conclusión, los mantos acuíferos de México son reservas de agua subterránea que son una importante fuente de agua para la población, la agricultura y la industria. Es fundamental llevar a cabo una gestión adecuada y sostenible de estos recursos para garantizar su disponibilidad a largo plazo.
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